23 marzo, 2012

en estado de memoria

CAMBIO DE ARMAS de Luisa Valenzuela (1982)
(fragmento del cuento)

« cuando la confesión no es espontánea ni impuesta por algún imperativo interior, se la arranca : se la descubre en el alma o se la arranca al cuerpo. Desde la Edad Media, la tortura la acompaña como una sombra y la sostiene cuando se esquiva: negras mellizas » Michel Foucault
"Abrí los ojos, cantá, decime quién te manda, quién dio la orden, y ella grita un no intenso, tan profundo que no resuena para nada en el ámbito donde se encuentran y él no alcanza a oírlo, un no que parece hacer estallar el espejo del techo, que multiplica y mutila y destroza la imagen de él, casi como un balazo aunque él no lo perciba y tanto su imagen como el espejo sigan allí, intactos, imperturbables, y ella al exhalar el aire retenido sople Roque, por primera vez el verdadero nombre de él, pero tampoco oye él, ajeno como está a tanto desgarramiento interno."



El fin de la historia de Liliana Heeker(1995)
(fragmento de la novela)


TRES
—Mejor hablá cuanto antes, no dejés que te destruyan. A mí al principio me hicieron pedazos, ¿y para qué sirvió? Unos dientes menos, eso es todo lo que me queda de tanto heroísmo. Un día no aguanté más y canté todo lo que sabía. Les sirvió, eso es lo bueno, no sé si sabés que yo tenía las claves para las citas. Y bueno, les sirvió, creo que cayeron como moscas, ¿y qué?, igual van a caer. Los que tengan que caer van a caer porque si no cantás vos va a cantar otro, esa es toda la filosofía. Sólo los de arriba saben cómo escaparse, yo sé por qué te lo digo, a mí me cuentan ciertas cosas. Pero los de arriba se están salvando solos, ni se acuerdan de minas como yo. Mejor colaborar con estos, no son mala gente, hay que conocerlos, como a todo el mundo, a mí me dijeron que si hago todo lo que me dicen, cuando nazca mi hijo capaz que no me lo sacan, estoy embarazada, ¿ya te dije?, el médico de acá se dio cuenta, ese que te reanima, espero para junio y ya me prometieron que si no les fallo voy a poder... bah, acá más bien no lo voy a poder criar pero si no les fallo capaz que se lo dan a mis viejos, no son mala gente, una vez que te hacés su amiga son mucho más educados que unos cuantos que yo conocí. Es así, como con cualquiera: si les sos útil, seguro que sobrevivís; si no, te matan en seguida. Yo tuve suerte, ya ves; les sirvo para esto. Y para algunas otras cosas. Vos no le des más vueltas; lo que tengas que decir, decilo rápido, yo sé por qué te lo digo —ha pronunciado la muchacha de labios pintados.
Después ha levantado la bala de cañón y se ha marchado, flanqueada por los dos hombres.


A veinte años de Luz de Elsa Osorio (1999)
http://www.elsaosorio.com/fragmentos/luz_espanol.pdf




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